¿Tienes claras las diferencias entre Inbound Marketing y Outbound Marketing? En el sentido estricto del término, inbound quiere decir “entrante” y outbound “saliente”. Teniendo clara la traducción, podemos hacernos una ligera idea de lo que estamos hablando. Aunque son dos términos conectados entre sí en el mundo del marketing digital, les separan algunas diferencias que es interesante conocer.
Outbound Marketing
Un ejemplo claramente reconocible por cualquier persona que navegue por Internet son los banners que nos solemos encontrar en las webs. La cuestión es que es muy difícil saber si la persona que entra en la página tiene interés real en aquello que se esté anunciando. Otro ejemplo de Outbound Marketing sería enviar de forma masiva una oferta a todos los contactos de la base de datos. Es decir, sin enfocarnos a un público determinado y sin tener claro si hay posibilidades reales de que muestren interés por la oferta que se les presenta.
Inbound Marketing
Con este enfoque lo que hacemos es concretar un poco más el tipo de público objetivo al que dirigir nuestras campañas de marketing digital. Dicho de otro modo, no se trata de lanzar una oferta de manera indiscriminada sino de “atacar” únicamente a los usuarios que sabemos que tienen interés. ¿Cómo saberlo? Entre otras cosas, remitiéndonos a las relaciones y conversaciones mantenidas previamente. Por ejemplo, ofrecer un curso de SEO a un usuario que antes se haya descargado un ebook sobre el tema seguramente sea más productivo.
Dos alternativas dentro del marketing digital
Podríamos decir que el Outbound Marketing “interrumpe” al usuario con llamadas inesperadas, correos o anuncios que saltan al entrar en una web. Una estrategia clásica del marketing tradicional que puede que sature antes de lograr que alguien contrate tu servicio o compre tu producto.
En cambio, el Inbound Marketing o marketing de atracción se vale de técnicas menos intrusivas. Por ejemplo, echando mano de una buena optimización SEO de los contenidos de las páginas. Contenidos enfocados a las buyer personas para, de este modo, dar con usuarios realmente interesados.
Una vez hemos repasado las diferencias, las ventajas del Inbound Marketing parecen estar claras, ¿no? La básica es tener la posibilidad de ofrecer al usuario algo que responda a sus necesidades y en el momento indicado. Dicho de otro modo, el Inbound Marketing usa técnicas de marketing y publicidad no intrusivas para atraer al consumidor ofreciéndole contenidos de valor y experiencias relevantes. En cambio, el Outbound Marketing tiene como objetivo captar consumidores usando métodos directos y unidireccionales y sin conocer el feedback del consumidor.
La cuestión es que ambas fórmulas pueden convivir y de hecho es recomendable que lo hagan. Es lo que se conoce como inboundización. Por ejemplo, una empresa que venda productos cosméticos y que tenga un blog en su web puede tratar temas de interés para su público objetivo. Se pueden incluir post, videos o contenidos descargables para ir atrayendo tráfico de forma natural. Ese tráfico se puede convertir en una base de datos y poco a poco ir conduciendo a esos usuarios hacia el ecommerce.
En definitiva, el Inbound Marketing atrae al cliente pero no le interrumpe. Quiere conquistar su atención ofreciéndole contenidos atractivos. Si en el caso del Outbound Marketing hablábamos de una comunicación unidireccional, en el otro sería interactiva, bidireccional. Es la forma de conocer las necesidades y opiniones del cliente potencial. En este caso, nos enfocamos a un público más cualificado e interesado en determinado producto (buyer persona). Se le aporta valor añadido no mostrándole sólo un producto que se trata de vender sino ofreciéndole contenidos de interés para su día a día.