¿Qué fallos debes evitar en un Instagram empresarial?
Las redes sociales son, hoy en día, mucho más que un mero escaparate para las empresas. Hoy funcionan como auténticos buscadores, como plataformas de venta online, como canales de atención al cliente… de ahí que no debas subestimar su gestión ni llevarla a cabo sin una clara estratégica.
¿Te resulta difícil hacerlo? Realmente lo es. Por eso, si quieres tener la certeza de que todo va a ir bien en tus diversas plataformas, ponte en nuestras manos. Somos expertos en la gestión de redes sociales y estamos deseando ayudarte con las tuyas. La realidad es que todo puede ser más fácil de lo que parece si recurres a profesionales especializados. Y sobre todo, evitarás muchos de los fallos que suelen cometerse en un Instagram empresarial.
¿Quieres saber cuáles son los fallos más comunes que cometen muchas marcas en esta red social? Te los contamos hoy para que vayas revisando el perfil de tu negocio y asegurándote de que no cometes ninguno.
Tu Instagram empresarial nos necesita
1.- Trabajar sin estrategia ni objetivos
No tiene sentido poner en marcha un Instagram empresarial si no tienes marcados unos objetivos previos. ¿Para qué quieres usar esta red social? Seguramente te estés haciendo esta pregunta y seguramente su respuesta no sea tan sencilla. Puedes centrarte en captar clientes, en mejorar tu imagen de marca para estar bien posicionado frente a tus rivales o, simplemente, para fidelizar y no perder a aquellos usuarios o clientes que ya has conseguido.
Si has resuelto todas estas dudas y tienes claros cuáles son tus objetivos, seguro que te resulta relativamente sencillo saber a qué público te diriges, cuál es la mejor manera de comunicarte con él y qué contenido le resulta más atractivo y útil. Como ves, son varios puntos los que debes tener en cuenta. Sin estrategia, es más que probable que tus publicaciones caigan en saco roto y no ofrezcan rendimiento.
2.- Ser irregular en las publicaciones
Un Instagram empresarial debe tener como uno de sus puntos fuertes la constancia y la responsabilidad. Tienes que ser constante con tus publicaciones, con una periodicidad más o menos estable y con un tipo de publicaciones que resulten reconocibles para el público.
Lo mejor que puedes hacer es tomarte tu tiempo y elaborar un calendario en el que tengas claras las fechas y el contenido que vas a poner en marcha. Seguro que de esta manera logras una periodicidad adecuada, algo que te va a reportar beneficios en cuanto a lo que buscan tus usuarios, que no es otra cosa que conocerte mejor y confiar en ti.
3.- Crear contenidos de dudosa calidad
No solo hablamos de una calidad deficiente en la imagen, sino también en todo el contenido en general. Instagram es una red social que entra por los ojos, por lo que los vídeos y las fotografías deben estar siempre extremadamente cuidadas. Si las fotografías no son buenas, el público pensarán que tus productos o tu trato al cliente es similar.
Por otro lado, también tenemos que hablar del copy. Desde luego, debes redactarlo bien y no puedes cometer faltas de ortografía, pero, más allá de esto, recuerda que debes adaptar tu lenguaje al de tu público y seguidores. Para que lo entiendas, no puedes hablar de la misma manera si tienes una empresa de energía nuclear que si tienes una tienda de juguetes. Los públicos objetivos son muy diferentes y su forma de comunicarse también.
4.- Creer que solo importas tú
No puede ser que tu cuenta de Instagram empresarial solo sirva para promocionar tus productos/servicios en un constante autobombo. Está claro que tienes que mostrar las bondades de lo que vendes, pero eso no significa que tengas que descuidar a tus seguidores y a otros aspectos relacionados con tus productos y servicios que les pueden interesar.
Más allá de sorteos y promociones, debes interactuar con ellos, conversar y ofrecerles un contenido que resulte memorable aunque no sea exclusivamente sobre tus productos o servicios (ya sabes el famoso storytelling o relato de marca). Si te olvidas de ellos, ellos harán lo mismo contigo.