Para responder a la pregunta de si las técnicas de neuromarketing nos leen la mente, podríamos decir que sí, un poco. Pero vamos a explicar en qué consisten exactamente para entenderlo mejor.
¿Y quiénes somos nosotros/as para dar una respuesta? Pues una agencia especializada en planes de publicidad digital, SEO, SEM y redes sociales. Si es la primera vez que aterrizas en este blog: te damos la bienvenida, somos Positio, ¿qué tal?
¿Existen las técnicas de neuromarketing o son los padres?
Aunque pueda sonar a invención, el neuromarketing no solo existe sino que cada vez son más las marcas que recurren a él para mejorar sus estrategias y campañas.
Pero, ¿qué es eso del neuromarketing exactamente? Es una técnica basada en la neurociencia y la psicología que nos permite conocer las reacciones de los consumidores frente a las emociones que la publicidad les provoca.
¡¿Qué?!
Dicho de otra forma, se trata de una serie de pruebas que estudian el inconsciente para averiguar qué estímulos sensoriales se despiertan en el público ante ciertas imágenes, sonidos, olores…
¿Y cuáles son esas técnicas?
Van a sonar a hospital, pero lo cierto es que las técnicas utilizadas para medir estas reacciones son técnicas de medición cuantitativa que también se utilizan en procedimientos y pruebas médicas. La Iniciativa Dharma al lado de esto… unos principiantes.
Algunas de las técnicas que se utilizan son:
- Resonancia magnética funcional (FMRI): esta es una de las herramientas más caras que existen. Eso sí, también es una de las más precisas. Mide la actividad cerebral por medio de cambios en la oxigenación y el flujo sanguíneo como respuesta neuronal. Algo así como en La Naranja Mecánica pero bastante más amable e indoloro.
- Electroencefalograma: esta técnica es muy popular, pues es sencilla y accesible. Consiste en colocar electrodos en el cuero cabelludo del sujeto y medir las señales eléctricas que genera respecto a los estímulos que se le presentan. La empresa Tampax efectuó un estudio entre su target para mejorar sus anuncios con esta técnica. Lo que buscaban era saber qué imágenes de Patricia Conde llegaban mejor a la audiencia, y para ello recurrieron al encefalograma.
- Reconocimiento facial: mediante un software de codificación facial y una electromiografía (colocar electrodos en los músculos faciales) se identifican las emociones que se expresan, así como el grado en que lo hacen.
- Reacciones en la piel: ¿cuántas veces una imagen o un sonido nos han puesto la piel de gallina? Pues algo así es lo que se mide al colocar electrodos en los dedos de las manos que emiten señales eléctricas. Según el contenido que se muestre, las reacciones serán diferentes y podrá analizarse qué tipo de publicidad será más efectiva.
- Seguimiento ocular: también llamado eye tracking (porque en marketing nos encantan los nombres en inglés), es la técnica que estudia los movimientos que hace el ojo cuando se le muestra una imagen determinada. De esta forma podemos medir qué elementos resultan más llamativos visualmente.
Si pensamos en esos anuncios que nos hacen llorar o esas páginas web en las que nos encanta navegar, se debe a que detrás hay un grupo de personas analizando lo que funciona mejor.
Si bien es cierto que no todas las empresas y agencias utilizan estas herramientas, sí que de alguna forma todas bebemos de los resultados que se obtienen de ellas.
Según Gerald Zaltman, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, el 95% de las decisiones de compra se generan de forma subconsciente. La información que esta parte del cerebro guarda es tremendamente valiosa, y las grandes compañías lo saben.
En Positio no utilizamos estas sofisticadas técnicas de neuromarketing, pero podemos confesar con poca humildad que la conversión de las empresas con las que trabajamos aumenta mes a mes. ¿Será gracias a nuestro gran equipo profesional o a que estamos leyendo las mentes de los consumidores? Nunca lo desvelaremos…